El Ajedrez tiene mucha similitud con el Recurso Humano, y hablaremos específicamente, del peón, debido a que cuando ésta pieza llega al final de la partida éste se corona, en otras palabras, se convierte habitualmente en reina o dama, una de las piezas mas potentes del tablero, si ésta pieza no tiene obstáculos, tales como piezas enemigas, su trayectoria hacia la victoria está asegurada. Cuando tenemos el peón sin adversarios, éste movimiento es conocido como el peón pasado, el que representa una gran amenaza para nuestro contendiente.
Llevándolo a la práctica, nuestro peón en la empresa; es el alto potencial dentro de una organización, el que tiene una trayectoria por delante, una vez promocionado las posibilidades de avance de ambos elementos, en la que se consigue una ventaja en el mercado, para ello ambos deben tener claro un plan para seguir el objetivo final.
Esto a su vez, nos da una clara idea de llevar a cabo una gestión eficaz de altos potenciales, donde si el peón es protegido por un peón propio, es decir, apoyado, este desarrolla el momento oportuno de espera para poder avanzar y comenzar la carrera, un avance prematuro equivale en otras palabras, a que nuestro peón corra un peligro inminente de ser derrotado por el adversario.
Realizando un cuadro comparativo, las piezas que acompañan a nuestro peón sería la gestión del Recurso Humano, la que da apoyos puntuales, no traza la dirección a seguir, solamente asegura que el trayecto está seguro mientras éste recorre el camino, manteniendo una visión globalizada a lo largo de todo el juego.
Si uno de lo movimientos del adversario comprometen el bienestar de nuestro peón, el Recurso Humano, deberá tener gestiones concretas para reforzar el apoyo, los que en nuestro tablero serían representados, usualmente por alfiles y caballos, y para la empresa como Coach, Tutor, Mentor y hasta el propio Jefe directo, así las dificultades del juego, o las amenazas estarían solventadas por estas figuras.
Sin embargo, nada de esto tiene relevancia, si las piezas de apoyo, no están preparadas, y no acuden cuando existe una real demanda de ayuda, el compartir la responsabilidad, para llegar al objetivo que ambos tienen, o sea, la empresa y el funcionario, para llegar a una madurez de mercado.
Para que esto no suceda el peón, no debe distraerse en los pasos operativos específicos, y a su vez, cada paso concreto debe tener un apoyo puntual y concreto, para lograr el alto potencial, considerando de forma gráfica los procesos a seguir, para que nuestro peón, nos ayude a ganar la partida, aportando un alto valor añadido.
